jueves, 15 de diciembre de 2016
TODOS SALTAMOS
Pamela brinca una y otra vez... Sube dos escalones para saltar y descender como un conejo. Flexiona suavemente sus rodillas, amortigua su aterrizaje.
Con esa nueva alegría que le provoca volar un segundo en el aire, repite el mismo ejercicio que agita su cabello, su ánimo y también las agujetas de sus tenis.
Minutos después Pamela hace una pausa, reflexiona en algo importante, se lleva las manos al pecho, esboza una sonrisa y corre hacia mis brazos -¡Papá, papá!- ¡Siente mi corazón... está brincando! ¡Está saltando papá! -y agrega- Yo creo que está muy loco, como muy contento...¡Está "féliz"! ("Féliz", así, acentuando la "e", según su vocabulario de tres años de edad).
-¡Impresionante! -le confirmo su teoría - ¡Tienes razón! Cada vez que saltas, tu corazón se pone "féliz".
Con su mirada llena de alegría Pamela regresa a los escalones para continuar con lo que acaba de descubrir y que tanto le divierte.
Fui breve, no pretendí estropearle el momento. Pude aburrirla explicándole que saltar es un ejercicio arriesgado, pero necesario y maravilloso en nuestras vidas.
Todos hemos saltado para evitar los charcos de agua...
Algunas veces saltamos para librar los obstáculos.
Reaccionamos saltando cuando nos sentimos amenazados...
Todos saltamos de un avión sin paracaídas cuando decimos "Te amo".
Todos saltamos cuando decidimos dejar atrás los miedos.
Igual respiramos hondo antes de hacerlo...igual tomamos fuerza para impulsarnos...Igual sentimos la emoción y el vértigo.
Saltamos para cabecear y rematar a gol. Saltamos para despejar y evitar el gol.
Saltamos para abordar el transporte que parecía abandonarnos. Saltamos del transporte para no pasarnos de largo.
Saltamos para tocar el techo. Saltamos para intentar rozar el cielo.
Saltamos de manera incontenible para dar el primer beso
Saltamos para solidarizarnos: "Si tú saltas, yo salto", hemos dicho.
Saltamos de felicidad... Saltamos para celebrar el triunfo... Saltamos para llegar a otro nivel.
"La naturaleza no procede por saltos" -Afirmó Isaac Newton hace cientos de años- Quizá en su momento no advirtió la gran necesidad de cambiar abruptamente de un estatus a otro; romper con la inercia de lo programado, contar con una poderosa alternativa para modificar súbitamente los estados inmóviles: Los saltos cuánticos...
Quizá Newton no imaginó a Pamela saltando escalones, pero es preciso contar con contrapesos en las historias oficiales para apreciar con claridad una verdad alterna de las cosas.
Saltar es un ejercicio maravilloso en nuestras vidas: Saltar de un escalón a otro.. agitarnos...Sentir esa alegría de levitar; Sentir ese vértigo que aviva nuestros corazones para impulsarnos hacia nuevos y mejores horizontes.
Sentirnos en estado "Féliz".
jueves, 24 de noviembre de 2016
CALENDARIO FIJO
El sol camina descalzo sobre las nubes de marzo.
La luna elegante desciende en el ascensor de Noviembre.
Febrero me invita a meditar en cuanto te quiero.
Mayo describe las palabras que a veces callo.
Enero se levanta cansado y austero.
En Septiembre tiembla casi siempre.
Tu sonrisa florece en cada Abril sincero.
Julio es el recreo de las tormentas y los finos aguaceros.
Agosto es hosco y de lejanos llanos.
Junio anhela sus tardes de verano.
Octubre nostálgico intenta no ser tan dramático.
En Diciembre se eleva el buen ánimo.
Y así pasan las horas, los días y los años; así transitan con gloria los eventos fantásticos que tengo de fijo en mi calendario: Disfrutar la luz de Pamela...la intensidad de Nahomi...los consejos de Chata, y la genialidad de Michelle.
Disfrutar de tu compañía, recordar nuestro aniversario...departir con mis hermanos...contar con la sombra de un árbol y tener un patio sin techo, con el cielo abierto a granel.
Dejar el alma en cada jornada es lo que cuenta; y cuentan todas las pequeñas cosas también.
Así sea primavera, localizar a Marte desde la azotea. Así sea invierno, a mantener el corazón caliente dentro de un termo.
En verano, a correr bajo los finos aguaceros templados, Y en el otoño a caminar los dos sobre las hojas marchitas tomados de la mano.
En verano, a correr bajo los finos aguaceros templados, Y en el otoño a caminar los dos sobre las hojas marchitas tomados de la mano.
Diariamente durante la aurora, despertarme a cualquier hora.
En la primera hora del día mostrar agradecimiento y beber un café.
Sentirme listo para mi itinerario, disfrutar un día más tu lado, que esto es una fiesta; que todo ha sido un placer...
Y así es como el sol camina descalzo, que la luna desciende, que Marte aparece y que tu sonrisa florece en el calendario fijo y condescendiente que nos regala la vida, y que -de manera bendita- unidos nos mantiene.
Feliz Aniversario # 19
jueves, 29 de septiembre de 2016
EL HIMNO ROTO
El sonido de los tambores de la banda de guerra escolar acompaña a los niños de primaria y secundaria que marchan por la avenida principal; celebran un aniversario más del inicio de la independencia nacional.
Ya sea por el calor -aunque el cielo está nublado- o porque son las primeras horas del día, pero los gritos de ¡Viva! son muy débiles, y la ejecución del himno nacional suena bastante distorsionado, roto.
Una interrogante importante es: ¿Qué ha pasado con las banderas? En años anteriores la bandera era un producto de consumo masivo en el mes patrio. Las calles solían estar tapizadas con la insignia nacional.
Una interrogante importante es: ¿Qué ha pasado con las banderas? En años anteriores la bandera era un producto de consumo masivo en el mes patrio. Las calles solían estar tapizadas con la insignia nacional.
Existe una mezcla de diferentes estados de ánimo en los rostros de todos los participantes. Más que la alegría de los debutantes y de los pocos desmañanados, se percibe un pesar: El pesar de la desvelada de la noche anterior, el pesar del camino que se debe de recorrer. El pesar de los problemas existentes que no permiten la algarabía...Mayoritariamente se percibe la expresión de "participo en contra de mi voluntad", y por encima de las cabezas se asoma una pregunta concreta: "¿Qué es lo que estamos celebrando?"
Comparto ese incómodo pesar con los participantes y me solidarizo con ellos; son demasiadas las preguntas que flotan en el aire: "¿Nos independizamos de quién, para ser ahora qué? ¿Qué sucedió después de la independencia?...¿Y después de la dictadura?...¿Y después de la revolución?...¿Y después de la democracia?...¿¡Y después de la alternancia!?..."
Una vez que se sueltan las interrogantes, suelen ser imparables y a veces infinitas. Y es que al día de hoy, siguen vigentes en todo el país esas conmovedoras "Siluetas Humildes" de las que nos contó hace mucho tiempo el maestro Carlos González Peña.
Se sigue reflejando la misma inequidad y el mismo dolor del pueblo que fueron plasmados hace décadas en "Jacinto Canek" de Ermilo Abreu.
Y por si esto no bastara, en la mayoría de las escuelas se ha perpetuado en carne viva la obra de Juan Sánchez Andraka: " Un mexicano más".
Y por si esto no bastara, en la mayoría de las escuelas se ha perpetuado en carne viva la obra de Juan Sánchez Andraka: " Un mexicano más".
¿Por qué prevalece este sentimiento de desigualdad e injusticia?. ¿Una celebración de El Grito puede callar esas voces internas que se asoman cada año? ¿El desfile es un bálsamo que cura y tranquiliza la memoria? ¿Se concilian las deudas históricas? ¿Nos llena de justicia? ¿Nos proporciona confianza plena en el en futuro de nuestros hijos?
Suena duro, sin embargo todo tiene un porqué. Si me vinculo fraternalmente con esos rostros de pesar (que marchan más a fuerzas que de ganas), puedo entender que hace mucho tiempo -cuando fui niño- mi día escolar favorito era el lunes -día de honores a la bandera-. Centenas de niños y niñas; vestidos todos de blanco, firmes, formados pulcramente en el patio, entonando el toque de bandera.
Nuestro director -el maestro Porfirio- tomaba el micrófono para hablarnos de fechas históricas, nos describía las hazañas de combates gloriosos. En todo momento nos invitaba a sentir una profunda admiración y un gran respeto hacia los héroes que ofrendaron sus vidas para darnos patria y libertad.
La arenga devota de nuestro director tenía como colofón el himno nacional cantado a todo pulmón. ¡Qué orgullo! ¡Qué placer era cantar el himno nacional! ¡Gritar el himno nacional! Como si quisiéramos que con ello se reventaran las nubes y que lo escucharan -en donde sea que estuvieran- nuestros grandes héroes; que se sintieran satisfechos, honrados y enaltecidos.
En cada niño había un pequeño soldado dispuesto a emular a su héroes, de llegar a ser necesario.
En cada niño había un pequeño soldado dispuesto a emular a su héroes, de llegar a ser necesario.
Pero... siempre hay un pero.
Se supone que desde hace más de setenta años, teníamos todo para triunfar, para progresar, para ser un país de primer mundo. Pero, conforme fueron pasando los años, hubo un nulo avance en la economía. La inseguridad modificaba para mal las normas de la sociedad. La corrupción desmedida avasalló al obrero, al campesino y al estudiante. Los engaños, el abuso del poder y la demagogia desmoronaron la visión de país festivo, libre y soberano; se fueron mermando el entusiasmo, las ganas, la credibilidad, y fue así entonces, que quedó ahogado el grito y cayó el himno roto.
Un himno roto, pero no tan roto como mis zapatos y mis pantalones que usaba cuando era niño.
Un himno roto, pero no tan roto como las promesas incumplidas de los políticos infames.
Un himno roto, pero no tan roto como el corazón de la madre angustiada por tratar de llenar-con muchos sacrificios- el estómago de sus hijos.
Un himno roto, pero no tan roto como la esperanza de los jóvenes, que ante la falta de oportunidades no ven claro su futuro.
Un himno roto, pero no tan roto como las almas tristes de los migrantes desplazados por la pobreza.
Un himno roto, pero no tan roto como nuestro ecosistema devastado con fines de lucro.
Un himno roto, pero no tan roto como el llanto amargo por la pérdida o desaparición inexcusable de un ser querido.
Un himno roto, pero no tan roto como el llanto amargo por la pérdida o desaparición inexcusable de un ser querido.
Un grito ahogado y un himno roto que juntos -en un día de celebración- no logran ahuyentar la ira, ni tampoco logran que se mude la tristeza. No se sanan las heridas con la simulación, ni se resarce el daño aventando ¡Vivas! y cohetones.
En momentos como estos de nada sirven las serpentinas o los jocosos saludos desde un devaluado balcón presidencial.
No sé si hemos sobrevivido todos estos años esperando el retorno del Padre de la Patria o añorando el regreso de nuestros Generales de la División del Norte y del Ejército Libertador del Sur.
La realidad es que como país hemos naufragado, y en medio de la confusión y del caos nos hemos aferrado -cada quien- a la tabla que está a su alcance...Y luchamos...pero luchamos siempre aislados. Aún así, en medio de las crisis a veces logramos que sucedan los milagros. Milagros que alcanzarían para más si nos uniéramos... Milagros que alcanzarían para más si tan solo la clase política ejerciera honestamente su trabajo...pero los rapaces nunca cambian y siempre requieren de dos tipos de cómplices: Los cómplices directos -que son los que arrebatan- y los cómplices indirectos -que son aquellos que rehuyen a luchar por lo que les pertenece-.
Aunque.. siempre hay un aunque.
Hacia el final del desfile del día de hoy, los niños se relajan, las verdaderas sonrisas regresan a sus rostros; el compromiso ha terminado. Sus padres, que ya los esperan, los toman de la mano y se van fatigados de regreso a sus casas. Por más que busco, no veo ondeando ninguna bandera.
Aunque el grito salió ahogado y el himno sonó roto, quedó la esperanza del cambio en estas nuevas generaciones, que ya se cuestionan a sí mismas, que no festejan ni aplauden discursos carentes de todo; y que a marchas forzadas, estoicos cumplieron con su compromiso.
Aunque el grito salió ahogado y el himno sonó roto, quedó la esperanza del cambio en estas nuevas generaciones, que ya se cuestionan a sí mismas, que no festejan ni aplauden discursos carentes de todo; y que a marchas forzadas, estoicos cumplieron con su compromiso.
La confianza en las nuevas generaciones es lo único que no puede desmoronarse. La historia nos cuenta de naciones en ruinas que renacieron de entre sus cenizas gracias a la fuerza y determinación de su juventud.
Quizá hoy sea tiempo propicio para cultivar de nuevo flores, para levantar lo que está caído y para remendar todo aquello que esté roto.
Quizá hoy sea tiempo propicio para cultivar de nuevo flores, para levantar lo que está caído y para remendar todo aquello que esté roto.
Me quedo con la metáfora del escritor argentino Juan José de Soiza, en la que describe a la patria como "el hogar ausente". Justamente en ese sentido parecería que El Grito ya no es nuestro Grito, y que ese himno roto, tampoco es nuestro himno. Parecería que nuestro país ya no nos pertenece porque hemos estado ausentes de él, desde hace mucho tiempo.
martes, 9 de agosto de 2016
CARTAS ARCANAS II
Nahomi y Michelle:
Probablemente en estos tiempos ya se habrán dado cuenta de cuan imposible era que existiera una casa hecha de dulces y chocolates -perdida en un bosque encantado-.
Seguramente desafiarán a la historia y cuestionarán el hecho de que existan los bosques encantados, las hadas madrinas y los príncipes valientes.
En la medida en la que ustedes van creciendo, pudiera suceder que lo fantástico les parezca que carece de lógica, sin embargo, puedo asegurarles que lo extraordinario existe: Tantas veces escaparon del lobo, tantas veces desenterraron las espadas de las piedras, y tantas veces encontrarán el camino de vuelta a casa gracias a las migajas de pan que van dejando en su trayectoria.
Hormigas y cigarras que hablan... bellas y bestias viviendo en armonía...Justicieros eternamente perseguidos... doncellas subestimadas que -invariablemente- logran encontrar su recompensa. Todo ello forma la anatomía de nuestras leyendas personales. Transfiguramos los personajes y adaptamos los guiones construyendo nuestra propia historia.
La investidura de princesa precede a la de reina. Cada etapa tiene su silogismo, mas en ninguna de las dos se pierde jamás el encanto y el estilo.
Cada fase tiene su dificultad, pero lo primordial es mantener el entusiasmo de un niño; Creer sin temor en que todo es posible y en que no existen los límites.
Así que, Nahomi y Michelle, cuando ustedes eran pequeñas, yo las llevaba de la mano; las cargaba sobre mis hombros -si era necesario- y les mostraba el camino a seguir. Ustedes aceptaban todo de manera diligente porque sabían que jugaríamos con lodo, que nos aventaríamos vestidos a la alberca, que exploraríamos las rutas que no están trazadas en los parques, y que por las noches les contaría esos cuentos fantásticos de desenlaces felices.
Conforme han ido creciendo, lentamente se han ido soltando de mis manos; lo cual es normal: Esa es una ley de vida.
Conforme han ido creciendo, lentamente se han ido soltando de mis manos; lo cual es normal: Esa es una ley de vida.
Nos hemos acostumbrado a que no se puede ser niño para siempre. Nos vamos acoplando a la tensión, rudeza y ambición de la edad adulta. Poco a poco vamos olvidando la inteligencia, la sencillez y la felicidad genuina que tiene el niño.
La evolución es indispensable, pero no podemos dejar atrás ese espíritu y esa fortaleza del niño que todos fuimos; eso nos ubica, nos libera la presión y nos hace más ligero el viaje. Dejar de lado el miedo al ridículo y a las críticas no nos hace vulnerables, solo nos hace ser auténticos.
Entonces, Nahomi y Michelle, Solamente les pediría que no olviden la piedra angular de donde todos venimos y nos hizo ser lo que ahora somos. No olviden leer por las noches -antes de dormir- un buen libro de aventuras. No olviden al perrito "Tintán" ni al gatito "Mantequilla". Actúen para que prevalezca el ratón de los dientes, los deseos al apagar las velas del pastel, y la oración a su Ángel de la Guarda.
La evolución es indispensable, pero no podemos dejar atrás ese espíritu y esa fortaleza del niño que todos fuimos; eso nos ubica, nos libera la presión y nos hace más ligero el viaje. Dejar de lado el miedo al ridículo y a las críticas no nos hace vulnerables, solo nos hace ser auténticos.
Entonces, Nahomi y Michelle, Solamente les pediría que no olviden la piedra angular de donde todos venimos y nos hizo ser lo que ahora somos. No olviden leer por las noches -antes de dormir- un buen libro de aventuras. No olviden al perrito "Tintán" ni al gatito "Mantequilla". Actúen para que prevalezca el ratón de los dientes, los deseos al apagar las velas del pastel, y la oración a su Ángel de la Guarda.
No se resignen a lo intrascendente ni a la rutina. Sigan entrenando su imaginación, y consideren que todo es posible. Mantengan la rebeldía ante lo cotidiano. La bandera de sublevación sólo se debe de izar con los pies bien plantados en el suelo; de no ser así, el grito de libertad pasará a ser una triste anécdota, fragilidad y desconsuelo.
Siempre carguen en su equipaje: Gratitud, serenidad y humildad. Son las llaves que les abrirán muchas puertas.
Son las causalidades -y no las casualidades- el origen de nuestras proezas. Zarpen y gestionen pues con mucho entusiasmo e imaginación que sus naves lleguen seguras a mil puertos. Suelten los amarres, eleven el ancla y concreten sus sueños...Que a donde sea que ustedes vayan, constantemente existirán esos lugares comunes en los que coincidiremos, y ante todo lo posible e imposible, estén seguras de que yo estaré ahí, frecuentemente a su lado.
miércoles, 29 de junio de 2016
PARA LUPITA, CON MUCHO AMOR
Hace ya tanto tiempo de los patos silvestres sobrevolando el antiguo lago de Xochiaca...
Eran tardes de remolinos y tolvaneras de arenas grisáceas y doradas...
Hace ya tanto tiempo del cielo azul (Cuando era cielo azul) y de las nubes blancas (Cuando eran nubes blancas).
Hace ya tanto tiempo de la risa de Lupita, de los abrazos de Lupita y de los besos sanadores de la abuelita Lupita.
Morenita, de rizos canos y sonrisa franca; De consejos sabios y de manos mágicas. La abuelita Lupita era llenita: Llenita de amor, llenita de sacrificio y llenita de bondad. Quizá fue por eso que mi madre le confió a ella mi cuidado en aquellos años en los que tuvo que salir a trabajar.
Así se inició entonces, aquel breve camino que recorrimos juntos.
Mi abuelita la Adelita.
Fue mi maestra y artesana. Ante cualquier necesidad la buscaba para encontrarla siempre en la cocina.
Para superar cualquier dolor la abrazaba fuertemente de su falda.
Lupita la guerrera, Lupita solidaria. Ella siempre sonreía para cargarme entre sus brazos, para apapacharme con su rebozo misericordioso y juntos frente al fogón de la estufa, su comida terminaba de guisarla.
Mi abuelita la Adelita.
Fue mi maestra y artesana. Ante cualquier necesidad la buscaba para encontrarla siempre en la cocina.
Para superar cualquier dolor la abrazaba fuertemente de su falda.
Lupita la guerrera, Lupita solidaria. Ella siempre sonreía para cargarme entre sus brazos, para apapacharme con su rebozo misericordioso y juntos frente al fogón de la estufa, su comida terminaba de guisarla.
Lupita la adivina.
Ella tenía el don de la intuición; me encendía la Tv, me llevaba hacia el sillón y -sobre su mandil- en sus piernas me acomodaba. Arroz con leche, frijolitos y tortillas me alimentaban, pero me nutrían más los momentos en que reíamos juntos, nos divertíamos demasiado viendo las aventuras de una pantera rosada. Entre arrullos y dulces sueños, el corazón de abuelita Lupita era mi morada.
Pudiera suceder que nuestros abuelos al mirarnos a los ojos aprecian otra vez la inocencia que encontraron en sus hijos, sólo que ahora el vínculo se torna muy especial, porque: "Nadie sabe ser hijo hasta que es padre, y nadie sabe ser padre hasta que es abuelo" -Me ha dicho mi madre en un par de ocasiones-.
Los abuelos son la raíz de los encinos que ofrecen basta sombra, y son también los dulces frutos de los árboles que se encuentran en el camino.
El ferrocarril México-Veracruz corría en las orillas del lago. el monumental ruido de trabajo que generaba la maquinaria sólo podía compararlo con el sonido de los latidos de Lupita: Luchadora incansable y poderosa que avanzaba sin parar siguiendo su ruta designada.
Hace ya tanto tiempo de todo eso...De Xochiaca, de Celaya, de los tamales y los atoles; de Lupita la proveedora voluntaria...
Siempre se trató de dar, de dar todo sin exigir nada a cambio. Así fue el trato de Lupita hacia sus semejantes. No creo que haya existido un solo rincón de su casa que no reconociera su nobleza; incluso estoy seguro que hasta los gatos y los perros distinguían su alma buena.
Ella tenía el don de la intuición; me encendía la Tv, me llevaba hacia el sillón y -sobre su mandil- en sus piernas me acomodaba. Arroz con leche, frijolitos y tortillas me alimentaban, pero me nutrían más los momentos en que reíamos juntos, nos divertíamos demasiado viendo las aventuras de una pantera rosada. Entre arrullos y dulces sueños, el corazón de abuelita Lupita era mi morada.
Pudiera suceder que nuestros abuelos al mirarnos a los ojos aprecian otra vez la inocencia que encontraron en sus hijos, sólo que ahora el vínculo se torna muy especial, porque: "Nadie sabe ser hijo hasta que es padre, y nadie sabe ser padre hasta que es abuelo" -Me ha dicho mi madre en un par de ocasiones-.
Los abuelos son la raíz de los encinos que ofrecen basta sombra, y son también los dulces frutos de los árboles que se encuentran en el camino.
El ferrocarril México-Veracruz corría en las orillas del lago. el monumental ruido de trabajo que generaba la maquinaria sólo podía compararlo con el sonido de los latidos de Lupita: Luchadora incansable y poderosa que avanzaba sin parar siguiendo su ruta designada.
Hace ya tanto tiempo de todo eso...De Xochiaca, de Celaya, de los tamales y los atoles; de Lupita la proveedora voluntaria...
Siempre se trató de dar, de dar todo sin exigir nada a cambio. Así fue el trato de Lupita hacia sus semejantes. No creo que haya existido un solo rincón de su casa que no reconociera su nobleza; incluso estoy seguro que hasta los gatos y los perros distinguían su alma buena.
Pudiera ser que cada cierto tiempo Dios crea a seres excepcionales: personas iluminadas; Seres maravillosos que escriben su nombre con letras de oro en la memoria colectiva...Jamás pasarán desapercibidas.
Personas que dejan buena semilla y honda huella en el mundo...Curiosamente, ese tipo de personas son las que suelen partir antes de tiempo; Dios las crea y rompe el molde...Cometas de imperecederas estelas...Poca gente hay como ella.
Lupita partió súbitamente un diciembre en días de festividades y previo a la cena familiar. No me fue extraño el ver a un río de gente apesadumbrada y reunida en su despedida.
En ese entonces yo comprendía poco de la vida Entre lágrimas, mi tío Odilón se consolaba y me consolaba repitiendo constantemente "Solamente está dormida"...fue el símil de la bella durmiente, pude comprenderlo triste, sin que se desgarrara mi corazón en ese momento.
El camino que iniciamos juntos se interrumpió abruptamente antes de que yo cumpliera mis tres años. El fogón en la cocina jamás fue el mismo. En algún lugar quedaron guardados para siempre su místico mandil y su misericordioso reboso. Ya no hubo arrullos mágicos ni tardes fantásticas de panteras rosadas.
Personas que dejan buena semilla y honda huella en el mundo...Curiosamente, ese tipo de personas son las que suelen partir antes de tiempo; Dios las crea y rompe el molde...Cometas de imperecederas estelas...Poca gente hay como ella.
Lupita partió súbitamente un diciembre en días de festividades y previo a la cena familiar. No me fue extraño el ver a un río de gente apesadumbrada y reunida en su despedida.
En ese entonces yo comprendía poco de la vida Entre lágrimas, mi tío Odilón se consolaba y me consolaba repitiendo constantemente "Solamente está dormida"...fue el símil de la bella durmiente, pude comprenderlo triste, sin que se desgarrara mi corazón en ese momento.
El camino que iniciamos juntos se interrumpió abruptamente antes de que yo cumpliera mis tres años. El fogón en la cocina jamás fue el mismo. En algún lugar quedaron guardados para siempre su místico mandil y su misericordioso reboso. Ya no hubo arrullos mágicos ni tardes fantásticas de panteras rosadas.
A la distancia, lo esencial se percibe con claridad; Todavía soy el niño de dos años que de rodillas en el piso voltea hacia arriba para mirar a Lupita con total admiración.
Me siento diminuto por el tamaño de gente que fue ella para todos.
Me siento diminuto por el tamaño de gente que fue ella para todos.
Lupita predicó con el ejemplo y dejó gran escuela en sus hijos. Le pasó la estafeta de relevo a mi madre -su hija mayor- quien no ha desmerecido en ningún momento esa honorable responsabilidad, y que bien merece contarse en una historia aparte.
Es mayor la dicha que la tristeza que siento al recordar a Lupita. Me siento afortunado y agradecido por el cuidado y el cariño que me brindó.
Es por eso este humilde y breve reconocimiento para Lupita, con muchísimo amor de su nieto que le extraña tanto.
Es mayor la dicha que la tristeza que siento al recordar a Lupita. Me siento afortunado y agradecido por el cuidado y el cariño que me brindó.
Es por eso este humilde y breve reconocimiento para Lupita, con muchísimo amor de su nieto que le extraña tanto.
sábado, 9 de abril de 2016
EL CONDE DEL FOOTLOOSE
Ojalá y ya existiera en estos tiempos modernos una pasta de dientes nuclear personalizada. y al decir nuclear personalizada me refiero a un dentífrico que además de crear una sensación duradera de frescura, que tenga la capacidad también de desintegrar los átomos de mi aversión al baile; dejándome una sensación duradera de bienestar con un buen sabor de boca. Sobretodo en un día como hoy que es día de fiesta - y noche de baile-; más de veinticuatro horas fuera de casa, en las que al término de la festividad necesitaré mantener un comprensivo ánimo acompañado de un buen sabor en mi paladar.
El baile es pasión, es alegría, es arte y es seducción; pero para mí -El Conde del Footloose- es una aduana muy difícil que hay que pasar cada vez que mi pareja desea bailar.
Desde siempre el baile me ha parecido una reminiscencia asombrosa que nos conecta mejor que nada con nuestros antepasados. El ver bailar a la familia y a los amigos me coloca justamente en el contexto de estar presenciando el único ritual primitivo de alegría y de comunión que nos une desde el inicio de la vida en la tierra (Y el cual seguramente prevalecerá en la humanidad hasta el final de los tiempos).
Nuestros ancestros danzaban solicitando la lluvia, luego danzaban para agradecer la lluvia, y posteriormente había una coreografía también para celebrar sus cosechas. Danzaban para festejar los nacimientos y danzaban para hacer honores en sus funerales. Danzaban para seducir a su pareja y danzaban aún más para atraer a la pareja de los otros. Danzar, danzar y danzar...Desde sus orígenes el baile ha tenido esa necesidad corporal de expresar algo social, religioso, mágico o amoroso. Igual funciona como un poderoso anti estrés natural.
Tiene ritmo el llaverito que se mece constante cuando conducimos el auto. Tiene armonía el vuelo de las aves.Tienen un compás las agujas del reloj. Tienen métrica los versos. Tiene una cadencia la conexión de los enamorados... Y yo solo tengo para el baile un par de pies izquierdos.
Mis piernas tienen la capacidad de correr medios maratones y tienen la bendición de jugar aceptablemente el fútbol. Puedo dibujar armoniosas "chilenas" en el aire, puedo "quebrar" con un movimiento de cintura a mis adversarios, igual puedo bailotear en el área chica, pero al momento de entrar a una pista de baile es muy probable que no pueda mantener el un, dos, tres...un, dos, tres... Y mejor ni hablar del giro hacia atrás con rodilla, de un cruce con vuelta de lado o la vuelta de líder con la mano izquierda.
Mi disco duro está lleno de Rock & Roll: Riffs de guitarras salvajes, fúricas baterías y bajos de octavas gravisimas que satisfacen mi agreste espacio sónico.
Con el Rock & Roll puedo ser un astronauta líquido y sólido en Saturno, un convoy imparable, el combustible del fuego; un envión interminable. Ese es mi ritmo.
Sabiendo de la importancia que representa el saber bailar bien, desde niño exploré algunas opciones coreográficas para afrontar un futuro inevitable de música guapachosa. Y así fue que -en esos años- estudié el estilo de baile dramático: ese estilo en el cual se debe mantener un rictus de dolor en el rostro, frunciendo el entrecejo y manteniendo una perfecta "o" en los labios (es muy importante añadir el sudar copiosamente). Los movimientos deben de ser espasmódicos y enérgicos.
Sabiendo de la importancia que representa el saber bailar bien, desde niño exploré algunas opciones coreográficas para afrontar un futuro inevitable de música guapachosa. Y así fue que -en esos años- estudié el estilo de baile dramático: ese estilo en el cual se debe mantener un rictus de dolor en el rostro, frunciendo el entrecejo y manteniendo una perfecta "o" en los labios (es muy importante añadir el sudar copiosamente). Los movimientos deben de ser espasmódicos y enérgicos.
Otro estilo que me interesó: El Churrigueresco; ese baile que opta por la mímica, que en cada vuelta se recrea una faena sin capote, sin espada y sin toro; que en su giros se conciben remolinos dignos del Demonio de Tazmania, y después de eso, uno puede subirse a una bicicleta invisible para ya no bajarse de ella.
Intenté con el estilo anárquico (Lograr confundir a todos), el "mátalas bailando" (Cuello erguido con desdén en todo lo alto) El "Gilipollas" (Meter la pata una y otra vez) y "El espagueti pasado" (¡Me deshago, me deshago!).
La verdad es que ninguno de esos estilos me funcionó, porque nunca dejé de ser yo mismo.
Si al menos Bon Scott, Joey Ramone o Jim Morrison me hubieran dejado un legado acerca de cómo un icono del rock baila el merengue, la salsa o la cumbia sin reparo, ¡ahí yo habría encontrado mi genuino estilo de baile! mas como ello no fue posible; mis coreografías son más cercanas a esos pasos de vals de los Condes Dráculas de las primeras películas en blanco y negro: acartonados, repetitivos, con los hombros de soldado de plomo y los pies de playmobil... ¡Ese es mi estilo!, el estilo "Conde del Footloose"...
La verdad es que ninguno de esos estilos me funcionó, porque nunca dejé de ser yo mismo.
Si al menos Bon Scott, Joey Ramone o Jim Morrison me hubieran dejado un legado acerca de cómo un icono del rock baila el merengue, la salsa o la cumbia sin reparo, ¡ahí yo habría encontrado mi genuino estilo de baile! mas como ello no fue posible; mis coreografías son más cercanas a esos pasos de vals de los Condes Dráculas de las primeras películas en blanco y negro: acartonados, repetitivos, con los hombros de soldado de plomo y los pies de playmobil... ¡Ese es mi estilo!, el estilo "Conde del Footloose"...
Prácticamente estoy terminando de cepillarme los dientes -con un dentífrico normal- mientras mi esposa ya coloca en su bolso otro par de zapatos más cómodos para bailar. Me miro en el espejo con seguridad y trato de convencerme de que soy bueno para esto del baile. ¡Debo de dar mi mejor esfuerzo! No hay nada que perder. No hay ningún desperdicio cuando se intentan las cosas con la mejor actitud.
Nos encaminamos hacia el auto, estamos listos para salir. La emoción de mi esposa es diez veces superior a la mía...¡Debe quererme tanto!
Lo menos que puedo hacer esta noche es no claudicar... quizá improvisar con un movimiento de pelvis tipo Elvis...Tal vez intentar algo diferente sin que resulte catastrófico ...igual imaginar que harían en mi lugar Bon, Joey y Jim...igual tomarlo como lo que es: Un poderoso anti estrés natural y un asombroso ritual de comunión que nos unirá con alegría sin igual hasta el final de los tiempos.
Lo menos que puedo hacer esta noche es no claudicar... quizá improvisar con un movimiento de pelvis tipo Elvis...Tal vez intentar algo diferente sin que resulte catastrófico ...igual imaginar que harían en mi lugar Bon, Joey y Jim...igual tomarlo como lo que es: Un poderoso anti estrés natural y un asombroso ritual de comunión que nos unirá con alegría sin igual hasta el final de los tiempos.
domingo, 21 de febrero de 2016
ASÍ...COMO EL CAFÉ
"El Cafeto es una de las pocas plantas que florecen y dan frutos al mismo tiempo"
El año 2000 dejó muchas secuelas en un mundo en el que las profecías fallaron; No llegó el apocalipsis tan temido que acabaría con la tierra, pero fue un año bisiesto convulsionado en el que Estados Unidos impulsó su "Plan Colombia" para combatir al narco... Canadá fue campeón de la Copa Oro...En el Medio Oriente se recrudeció el conflicto Palestino-Israelí... América y Atlas jugaban la Copa Libertadores...España era el país más próspero de Europa...El Papa Juan Pablo II realizaba su viaje del Jubileo...Las dos Coreas se unificaban...Se llevaron a cabo los Juegos Olímpicos en Sídney... Y aquí en México, Vicente Fox le ponía fin a 71 años de dictadura Priista...
"Puente" de Cerati, sonaba poco y tarde en la radio...Los Testigos de Jehová golpeaban diariamente la puerta de mi casa para ofrecerme la salvación...El Bordo de Xochiaca era un oasis futbolero, y la estación del metro Copilco era diariamente mi destino.
Fue un día de octubre de ese año cuando pasé -como era mi costumbre- frente al "Café Che" de Ciudad Universitaria.
De entrada, estaban sus mismos aburridos anaqueles que ofrecían galletitas dietéticas insaboras. Los exhibidores estaban repletos de granos de café tostados que simulaban ser exclusivamente importados de Arabia, Turquía, Colombia y Argentina. El aroma era de agradable café americano y como música de fondo sonaba "Carnaval toda la vida" de Los Fabulosos Cadillacs. ("¿Por qué será, que todos guardan algo? Cosas tan duras que nadie puede decir, y van todos caminando como en una procesión de gente muda que no tiene corazón...")
De entrada, estaban sus mismos aburridos anaqueles que ofrecían galletitas dietéticas insaboras. Los exhibidores estaban repletos de granos de café tostados que simulaban ser exclusivamente importados de Arabia, Turquía, Colombia y Argentina. El aroma era de agradable café americano y como música de fondo sonaba "Carnaval toda la vida" de Los Fabulosos Cadillacs. ("¿Por qué será, que todos guardan algo? Cosas tan duras que nadie puede decir, y van todos caminando como en una procesión de gente muda que no tiene corazón...")
Y fue entonces que la vi: Ella estaba recargada sobre el mostrador, tenía sus manos entrelazadas; miraba con un dejo de tristeza hacia la calle y sus rizos caían como una sedosa cascada sobre su espalda.
-Es la chica nueva de la cafetería- Interrumpió mi análisis Guillermo-
-Con razón no la había visto antes -Le respondí grotesco-
-Vamos a llegar tarde- Me apuró.
Y ambos caminamos unos cuantos pasos para llegar a tiempo al trabajo.
El resto de la tarde no pude separar de mi mente la imagen de la chica nueva del café; Pensaba en esa mirada tan profunda similar a la de un pez que mira a través del cristal de un acuario.
Pensaba en el lenguaje corporal de sus manos que gritaban tantas cosas y pensaba también en esos rizos espectaculares nada comunes.
El resto de la tarde no pude separar de mi mente la imagen de la chica nueva del café; Pensaba en esa mirada tan profunda similar a la de un pez que mira a través del cristal de un acuario.
Pensaba en el lenguaje corporal de sus manos que gritaban tantas cosas y pensaba también en esos rizos espectaculares nada comunes.
Al día siguiente cuando pasé frente al café, dirigí mi mirada hacia el mostrador buscándola. En ese momento sonaba "wonderwall" de Oasis. instintivamente ella levantó la mirada: me miró, la miré; una tenue sonrisa fue suficiente y se fue. se esfumó detrás de la puerta de la cocina...supuse decepcionado que no había ningún interés.
-Oye, ¿Quién crees que preguntó por ti ayer?- Me interrumpió de nueva cuenta Guillermo.
- No lo sé- Le respondí indiferente.
- ¡La nueva chica del café, campeón!-Me dijo entusiasmado -Su compañera me lo contó ayer. ¿Por qué no te animas y vas a hacerle la plática?
- De acuerdo -Le dije- Ve y dile al jefe que voy a llegar tarde, que hoy surgió un gran compromiso el cual no puedo evadir.
Tomé valor, crucé la calle, entré al Café Che. Su compañera murmuró algo y de la cocina salió ella para atenderme:
-¡Hola! -Le sonreí.
-"¡Hola!"- Me sonrió.
-¿Me das una botella de agua?- (La verdad es que el café no me gustaba, hasta ese entonces)
-"¡Claro!, ¿De un litro esta bien?"
-Si, por favor.
-"Ayer te vi caminar frente al café, ibas con uno de tus compañeros"-.
-Trabajo a la vuelta, en la agencia Volkswagen.
-"¿Y, cómo te llamas?"
-Zamudio.
-"¿Es tu nombre o así te dicen?"
- Es un poco raro, pero es mi apellido. ¿Y cuál es tu nombre?
-"Daysi."
-¿Es tu nombre o así te dicen?
-"Ese es mi nombre..."
Los dos nos echamos a reír, nos soltamos, conversamos, nos descubrimos y nos enamoramos.
Dicen que el tiempo promedio para que un cafeto produzca café de calidad y de manera sostenida es de tres años. Después de esto, se puede producir el café de altura.
"Adorable puente, se ha creado entre los dos..." Me parece escuchar de manera permanente al maestro Cerati cuando bebo el café por la noche en compañía de ella.
Sí; definitivamente el cafeto es una de esas pocas plantas que florecen y dan frutos al mismo tiempo.
viernes, 29 de enero de 2016
UNA HISTORIA DE REYES MAGOS
Pedro tiene siete años, debido a un pequeño inconveniente -su pobreza extrema- hace cinco meses que dejó de asistir a la escuela. Hoy -cinco de enero-, es un día normal de trabajo para él y para su madre; se ganan la vida vendiendo dulces a los automovilistas en el crucero de Díaz Ordaz.
Cada minuto y medio que dura el semáforo en rojo es una oportunidad de ganarse el sustento.
Esta mañana Pedro se encuentra muy distraído: Niños van y niños vienen con grandes globos de colores y sus cartas listas para ser enviadas hacia el cielo en espera de que sean recibidas por los tres Reyes Magos.
Esta mañana Pedro se encuentra muy distraído: Niños van y niños vienen con grandes globos de colores y sus cartas listas para ser enviadas hacia el cielo en espera de que sean recibidas por los tres Reyes Magos.
Algo no anda bien en Pedro, tiene una cara de aflicción tremenda y muchas preocupaciones que no puede contener:
-Mamá, si dejo mi carta para los Reyes Magos en mis zapatos rotos: ¿Mis deseos pueden escaparse?
-¡Claro que no, hijo! Tus zapatos son como la fuente de los deseos; una vez que depositas tu carta, tus peticiones llegan al cielo más rápido que cualquier globo, por más grande o bonito que este pueda ser.
-Mamá, escuché a unos niños decir que en sus casas les dan de cenar a los Reyes Magos y a sus animales.
-¿Darle de cenar a los Reyes Magos? ¿Y encima a sus animalotes? ¡Esas son tonterías! Los Reyes y sus animales son mágicos. no pueden beber ni comer lo mismo que nosotros. Te voy a contar un secreto: Si crees en la magia, tu mismo puedes cocinar bocadillos y chocolates calientes imaginarios; prepáralos con tus manos con mucha fe y déjalos sobre la mesa antes de irte a dormir. Te prometo que esa cena sí podrán disfrutarla, porque es un alimento invisible y mágico... ¡Así como son ellos!
El rostro de Pedro se ilumina con el cambio de la luz en el semáforo; retomó la fuerza moral que necesitaba para continuar ganándose la vida. Su madre comienza también a vender su producto, pero en sentido contrario a Pedro; un buen capitán no debe de mostrar lágrimas de fragilidad ante su tripulación.
No muy lejos de ahí se encuentra Rodrigo en una pequeña alameda. Rodrigo es un niño de ocho años con una confianza infinita. Compró un fabuloso globo para dejarlo escapar hacia cielo. Va soltando lentamente el hilo con la seguridad de que este año -por séptima vez consecutiva- los tres Reyes Magos le complacerán sus deseos. Rodrigo sonríe todo el tiempo, su madre lo lleva a tomarse la foto con tres actores que representan a los Reyes Magos. Su padre -un acaudalado Político- lo mima: Le compra un helado, lo sube al tren, lo lleva al supermercado donde comprarán las galletas y las bebidas empacadas que habrán de ofrecerles hoy por la noche a sus Mágicos visitantes...
-Papá, ¿Por qué los Reyes Magos siempre me traen todo lo que les pido?
-Mmh...Porque nuestra casa está mas cerca de ellos vienen. Así que comienzan a repartir los juguetes por aquí y según la suerte es lo que te toca cada año.
-¿Habrá algún año en el que no me traigan lo que yo les pida?
-¡Eso sí que no! te lo puedo asegurar porque...te voy a contar un secreto: Yo muy soy muy amigo de ellos y salvo que algo extraordinario suceda, cada año tendrás lo que deseas...¡De eso me encargo yo!
Rodrigo camina hacia su habitación pensando donde habrá de poner en un futuro todos sus juguetes de los años pasados. Son tantos, que ya no caben en su cuarto.
Las horas del día transcurren igual tanto para el rico, como para el jornalero, de tal manera que justo antes de las siete de la noche la asociación estelar de Las Tres Marías se distingue de manera vertical en el horizonte.
En el crucero de Díaz Ordaz, Pedro voltea hacia el cielo para apreciar que las tres estrellas están cada vez más cerca y parecen llevar destino inminente hacia su casa.
Las horas del día transcurren igual tanto para el rico, como para el jornalero, de tal manera que justo antes de las siete de la noche la asociación estelar de Las Tres Marías se distingue de manera vertical en el horizonte.
En el crucero de Díaz Ordaz, Pedro voltea hacia el cielo para apreciar que las tres estrellas están cada vez más cerca y parecen llevar destino inminente hacia su casa.
-¡Má!..¡Mamá! ¡Ya vámonos!...¡Ya están bajando los tres Reyes Magos!
-¡Pues vámonos volando, que te tienes que dormirte temprano!
Una vez que Pedro y su madre llegan al modesto cuarto donde viven, lo primero que hace Pedro, es quitarse el zapato izquierdo -el menos roto- y deposita su carta para dejarlo muy cerca de un rincón destinado a la Virgen de Guadalupe. En su carta, Pedro pide una portería (De tamaño real), un balón de fútbol (El oficial de la liga profesional) y un par de tenis (Como los que usa el mejor jugador del mundo). Antes de escribir esa carta, Pedro pensó en la posibilidad de pedir tres regalos alternos: El primero: Un buen padre que lo apoyara y lo mandara de nuevo a la escuela. El segundo: suficiente dinero para que su madre no volviera a trabajar, y el tercero: Una casa propia, suficientemente grande para jugar por todos lados sin restricciones...Sucedió que con el simple hecho de ilusionarse en ello, Pedro se sintió absolutamente tonto y ridículo. "Si deseos así se concedieran, no existiría el hambre ni la tristeza en este mundo".
Pedro come nervioso un pan y bebe apresurado un té de hojas de limón, para después elaborar imaginariamente con sus manos los bocadillos y las bebidas mágicas que habrá de ofrecerles a sus distinguidos visitantes...Sobre una desvencijada mesa de madera dejó lista la cena digna de un Rey.
Pedro se acuesta en un colchón que yace sobre el piso, y cansado, junto a su madre comienza a dormir profundamente...Entre sueños, los aullidos de los perros de su barrio parecen transformarse en los berridos del elefante de Baltazar. Pedro sabe que los Reyes Magos ya están cerca y comienza a sudar, se tapa la cara con la cobija, se voltea contra la pared y cierra muy fuerte sus ojos...todo esto porque su madre una vez le dijo que tuviera mucho cuidado, que ni por accidente se le ocurriera voltear a ver a los Reyes Magos, porque de hacerlo, en ese momento se acabaría la magia y de ahí en adelante ya no recibirá jamás ningún regalo.
En el lado opuesto de la ciudad, Rodrigo ya prepara un aperitivo real para sus visitantes. En torno a una fastuosa mesa de cristal Rodrigo ubica una silla para Melchor, otra para Gaspar y otra para Baltazar. A petición de su padre, dejó unas bebidas energéticas acompañadas de los pastelillos que tanto le gustan a su madre. Debajo de un espectacular árbol de navidad sobresale un diminuto tenis deportivo de moda -idéntico al que utiliza el mejor jugador del mundo- en él, Rodrigo dejó su carta, en la que pide un "Robotman", también pide el más reciente juego de realidad virtual y una autopista de tres niveles con sus seis super autos de carreras ya incluidos. Como a la mayoría de los niños, a Rodrigo también le habría gustado la idea de pedir tres deseos alternos, pero estando rodeado de tantas comodidades, le es más difícil pensar en querer cambiar algo de la lista. Rodrigo se despide de sus padres y se encamina a su cuarto, sin embargo no tiene sueño: Hojea revistas de agencias de viajes que ofrecen tours por Europa, enciende la tv, pone películas, hace contorsiones sobre su cama, visita varias veces al refrigerador, ya no le distraen sus vídeo juegos y termina por quedarse dormido sobre la alfombra de su habitación...Entre sueños, el potente motor de una camioneta de ocho cilindros llegando a su cochera, le suena como el galopar de un caballo que se acerca, Rodrigo intuye que Melchor anda cerca y más le vale cerrar la puerta de su cuarto a sabiendas de la leyenda de que los niños no deben de estar despiertos en esa noche.
Aproximadamente para la una de la madrugada, Alnitak, Alnilam y Mintaka - o Melchor Gaspar y Baltazar- por fin aterrizan. Han llegado los poderosos héroes del oriente para regalar incalculable alegría a los niños que se han portado bien. No importando las dificultades o el sacrificio de tan largo viaje, se han hecho presentes puntualmente y, como se lo dijo su padre a Rodrigo, por logística han comenzado por su casa, para casi al final visitar el barrio de Pedro.
Rodrigo se despierta con los primeros rayos de luz que entran por su ventana, como impulsado por un resorte sale de su cama para correr al pie del árbol de navidad...No hay decepción; inmediatamente visualiza a su "Robotman"-el simpático robot que dice cosas chuscas o alocadas- a su lado, el nuevo vídeo juego de realidad virtual desproporcionada y -por supuesto- la autopista de carreras de tres niveles. Como colofón a todo esto, un río de golosinas rodeando el árbol. Nuevamente el milagro sucedió. Todo perfecto, todo impecable. Rodrigo ahora cree saber como se siente aquel Piloto multicampeón de la formula uno; Otro año más ganador. Otro año más invicto.
Entre el canto del gallo y la discusión callejera de dos borrachos trasnochados, Pedro se despabila, se levanta del colchón para ir al rincón donde dejó su zapato, y...el milagro ocurrió. Pedro emocionado abraza un balón - que aunque parece ser de segunda mano- tiene la calibración oficial de aire, rebota bien y al chutarlo suena bien. Pedro con su filosofía infantil, lo ve como un espejo: "Está un poco maltratado, pero ¡qué resistente y qué buena pinta tiene!" A continuación descubre también dos muñecos de la lucha libre: El famoso "Santo" y su compañero "Blue Demon" ambos con todo y sus capas; los dos gladiadores caben perfectamente en las palmas de sus manos. La cereza de este pastel es una bolsa de chocolates, de esos que solamente se pueden adquirir en una tienda de prestigio. Pedro tiene el sentimiento de victoria de un campeón de box que gana por decisión dividida: A pesar de todo, tanto esfuerzo y sacrificio han valido la pena.
La madre de Pedro lo conmina a que se apresure a comer algo, aunque es día de Reyes, hoy también tienen que salir a trabajar.
Una hora más tarde en el crucero de Díaz Ordaz. El semáforo cambia a rojo, la camioneta del papá de Rodrigo frena justamente en la linea peatonal. Rodrigo, al observar que se acerca Pedro para ofrecerles sus dulces, saca de su mochila al fabuloso "Robotman" y no pierde la oportunidad para presumirle tan genial juguete de luces increíbles y frases simpáticas. Ante esto, Pedro no se inmuta y de sus bolsillos saca a "Santo" y a "Blue Demon"; le hace una veloz demostración a Rodrigo, de como luchan estos gladiadores por los aires con piruetas y giros increíbles a voluntad de su manos. No hay mayor tensión entre Rodrigo y Pedro. Ambos se miran con respeto, como dos generales de distintos bandos que honran y reconocen el poderío de sus respectivos ejércitos. El semáforo cambia a verde. La camioneta de un Rodrigo feliz se aleja, mientras que Pedro corre hacia la esquina para abrazar muy contento a su madre.
Contemplando toda esta escena -a unos cuantos metros- se encuentran conmovidos Martín y Lucy:
Los dos niños limpiaparabrisas del crucero que decidieron no desayunar solventes esta mañana para sentirse lúcidos y apreciar con toda sensibilidad los milagros del día seis de enero. Ellos están disfrutando también de sus tres regalos alternos:
El primero: Recibieron la virtud de sentir una legítima alegría `por felicidad de los otros.
El segundo: Recuperaron la bendición de sentirse nuevamente como niños.
El tercero:Obtuvieron la esperanza fuerte y clara de que ahora todo es posible: Si te portas bien, nunca dejes de pedir y nunca dejes de creer...
Rodrigo se despierta con los primeros rayos de luz que entran por su ventana, como impulsado por un resorte sale de su cama para correr al pie del árbol de navidad...No hay decepción; inmediatamente visualiza a su "Robotman"-el simpático robot que dice cosas chuscas o alocadas- a su lado, el nuevo vídeo juego de realidad virtual desproporcionada y -por supuesto- la autopista de carreras de tres niveles. Como colofón a todo esto, un río de golosinas rodeando el árbol. Nuevamente el milagro sucedió. Todo perfecto, todo impecable. Rodrigo ahora cree saber como se siente aquel Piloto multicampeón de la formula uno; Otro año más ganador. Otro año más invicto.
Entre el canto del gallo y la discusión callejera de dos borrachos trasnochados, Pedro se despabila, se levanta del colchón para ir al rincón donde dejó su zapato, y...el milagro ocurrió. Pedro emocionado abraza un balón - que aunque parece ser de segunda mano- tiene la calibración oficial de aire, rebota bien y al chutarlo suena bien. Pedro con su filosofía infantil, lo ve como un espejo: "Está un poco maltratado, pero ¡qué resistente y qué buena pinta tiene!" A continuación descubre también dos muñecos de la lucha libre: El famoso "Santo" y su compañero "Blue Demon" ambos con todo y sus capas; los dos gladiadores caben perfectamente en las palmas de sus manos. La cereza de este pastel es una bolsa de chocolates, de esos que solamente se pueden adquirir en una tienda de prestigio. Pedro tiene el sentimiento de victoria de un campeón de box que gana por decisión dividida: A pesar de todo, tanto esfuerzo y sacrificio han valido la pena.
La madre de Pedro lo conmina a que se apresure a comer algo, aunque es día de Reyes, hoy también tienen que salir a trabajar.
Una hora más tarde en el crucero de Díaz Ordaz. El semáforo cambia a rojo, la camioneta del papá de Rodrigo frena justamente en la linea peatonal. Rodrigo, al observar que se acerca Pedro para ofrecerles sus dulces, saca de su mochila al fabuloso "Robotman" y no pierde la oportunidad para presumirle tan genial juguete de luces increíbles y frases simpáticas. Ante esto, Pedro no se inmuta y de sus bolsillos saca a "Santo" y a "Blue Demon"; le hace una veloz demostración a Rodrigo, de como luchan estos gladiadores por los aires con piruetas y giros increíbles a voluntad de su manos. No hay mayor tensión entre Rodrigo y Pedro. Ambos se miran con respeto, como dos generales de distintos bandos que honran y reconocen el poderío de sus respectivos ejércitos. El semáforo cambia a verde. La camioneta de un Rodrigo feliz se aleja, mientras que Pedro corre hacia la esquina para abrazar muy contento a su madre.
Contemplando toda esta escena -a unos cuantos metros- se encuentran conmovidos Martín y Lucy:
Los dos niños limpiaparabrisas del crucero que decidieron no desayunar solventes esta mañana para sentirse lúcidos y apreciar con toda sensibilidad los milagros del día seis de enero. Ellos están disfrutando también de sus tres regalos alternos:
El primero: Recibieron la virtud de sentir una legítima alegría `por felicidad de los otros.
El segundo: Recuperaron la bendición de sentirse nuevamente como niños.
El tercero:Obtuvieron la esperanza fuerte y clara de que ahora todo es posible: Si te portas bien, nunca dejes de pedir y nunca dejes de creer...
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