domingo, 21 de febrero de 2016

ASÍ...COMO EL CAFÉ

                                                                   


 "El Cafeto es una de las pocas plantas que  florecen y dan frutos al  mismo tiempo"                                                                                             



El año 2000 dejó muchas secuelas en un mundo en el que las profecías fallaron; No llegó el apocalipsis tan temido que acabaría con la tierra, pero fue un año bisiesto convulsionado en el que Estados Unidos impulsó su "Plan Colombia" para combatir al narco... Canadá fue campeón de la Copa Oro...En el Medio Oriente se recrudeció el conflicto Palestino-Israelí... América y Atlas jugaban la Copa Libertadores...España era el país más próspero de Europa...El Papa Juan Pablo II realizaba su viaje del Jubileo...Las dos Coreas se unificaban...Se llevaron a cabo los Juegos Olímpicos en Sídney... Y aquí en México, Vicente Fox le ponía fin a 71 años de dictadura Priista...                                                             

"Puente" de Cerati, sonaba poco y tarde en la radio...Los Testigos de Jehová golpeaban diariamente la puerta de mi casa para ofrecerme la salvación...El Bordo de Xochiaca era un oasis futbolero, y la estación del metro Copilco era diariamente mi destino.

Fue un día de octubre de ese año cuando pasé -como era mi costumbre- frente al "Café Che" de Ciudad Universitaria.  
De entrada, estaban sus mismos aburridos anaqueles que ofrecían galletitas dietéticas insaboras. Los exhibidores estaban repletos de granos de café tostados que simulaban ser exclusivamente importados de Arabia, Turquía, Colombia y Argentina. El aroma era de agradable café americano y como música de fondo sonaba "Carnaval toda la vida" de Los Fabulosos Cadillacs. ("¿Por qué será, que todos guardan algo? Cosas tan duras que nadie puede decir, y van todos caminando como en una procesión de gente muda que no tiene corazón...") 

Y fue entonces que la vi: Ella estaba recargada sobre el mostrador, tenía sus manos entrelazadas; miraba con un dejo de tristeza hacia la calle y sus rizos caían como una sedosa cascada sobre su espalda. 
-Es la chica nueva de la cafetería- Interrumpió mi análisis  Guillermo-
-Con razón no la había visto antes -Le respondí grotesco-
-Vamos a llegar tarde- Me apuró.
Y ambos caminamos unos cuantos pasos para llegar a tiempo al trabajo. 

El resto de la tarde no pude separar de mi mente la imagen de la chica nueva del café; Pensaba en esa mirada tan profunda similar a la de un  pez que mira a través del cristal de un acuario. 

Pensaba en el lenguaje corporal de sus manos que gritaban tantas cosas y pensaba también en esos rizos espectaculares nada comunes.

Al día siguiente cuando pasé frente al café, dirigí mi mirada hacia el mostrador buscándola. En ese momento sonaba "wonderwall" de Oasis. instintivamente ella levantó la mirada: me miró, la miré; una tenue sonrisa fue suficiente y se fue. se esfumó detrás de la puerta de la cocina...supuse decepcionado que no había ningún interés.
-Oye, ¿Quién crees que preguntó por ti ayer?- Me interrumpió de nueva cuenta Guillermo.
- No lo sé- Le respondí indiferente.
- ¡La nueva chica del café, campeón!-Me dijo entusiasmado -Su compañera me lo contó ayer. ¿Por qué no te animas y vas a hacerle la plática?
- De acuerdo -Le dije- Ve y dile al jefe que voy a llegar tarde, que hoy surgió un gran compromiso el cual no puedo evadir.

Tomé valor, crucé la calle, entré al Café Che. Su compañera murmuró algo y de la cocina salió ella para atenderme:
-¡Hola! -Le sonreí.
-"¡Hola!"- Me sonrió.
-¿Me das una botella de agua?- (La verdad es que el café no me gustaba, hasta ese entonces)
-"¡Claro!, ¿De un litro esta bien?"
-Si, por favor.

-"Ayer te vi caminar frente al café, ibas con uno de tus compañeros"-.
-Trabajo a la vuelta, en la agencia Volkswagen.
-"¿Y, cómo te llamas?"
-Zamudio.
-"¿Es tu nombre o así te dicen?"
- Es un poco raro, pero es mi apellido. ¿Y cuál es tu nombre?
-"Daysi."
-¿Es tu nombre o así te dicen?
-"Ese es mi nombre..."
Los dos nos echamos a reír, nos soltamos, conversamos, nos descubrimos y nos enamoramos.

Dicen que el tiempo promedio para que un cafeto produzca café de calidad y de manera sostenida es de tres años. Después de esto, se puede producir el café de altura.

De ese mismo modo, creo que nosotros nos cultivamos, nos arraigamos, nos reproducimos, y nos cosechamos.


"Adorable puente, se ha creado entre los dos..." Me parece escuchar de manera permanente al maestro Cerati cuando bebo el café por la noche en compañía de ella.

Sí; definitivamente el cafeto es una de esas pocas plantas que florecen y dan frutos al mismo tiempo.