viernes, 15 de mayo de 2015

LA FIESTA DE LAS ELECCIONES.



Me encanta asistir cada año a la tradicional fiesta patronal de la Santa Cruz, en el barrio de la "Tres de Mayo".

Ubicada al norte del municipio de Emiliano Zapata, Morelos, la colonia Tres de Mayo es reconocida por su actividad artesanal. Artesanos morelenses de gran nivel, crean sus obras con materiales tales como la cerámica, la porcelana, el vidrio, el hierro y el mimbre.

Hoy domingo, es su día de celebración. Sus calles se visten con flores y papeles de colores. Sus negocios anuncian promociones con fluorescentes cartelones. Sus mejores obras deben de exhibirse el día de hoy.

La música de banda acompaña el viaje de los cohetes que surcan los aires para estallar en el cielo provocando la genuina sonrisa de la gente -algo que la televisión aquí, aún no puede lograr-.

Como es una región calurosa y poco húmeda, no pueden faltar los tepaches, la cerveza, los helados y el mezcal. El sol de mediodía es un recordatorio de que es hora de hidratarse.

Sumergido en este ambiente festivo, recorro lentamente las calles apreciando la calidad artesanal de estos maestros creadores: Un monumental Don Quijote -forjado en hierro- montado en su poderoso corcel Rocinante...Aquellas cabezas Toltecas hechas de cerámica, que ingeniosamente son también licoreras-...El guerrero Popocatépetl cargando de rodillas a su amada Ixtaccíhuatl -ambos concebidos brillantemente en vidrio soplado-...y no pueden faltar las múltiples pinturas a cuadro, que recrean paisajes exuberantes de colores encendidos.

Todo se disfruta y se desarrolla con la normalidad de siempre, hasta que...Cuatro diferentes convoyes se aproximan al festejo: Llegan camionetas de distintas marcas, colores y modelos, todas ellas cargadas de gente..Hay gritos...Banderolas...y mucho ruido de claxon...
Irrumpen en la celebración con pancartas, porras, regalando terribles playeras y obsequiando folletos  con eslóganes muy gastados...Son los llamados "Partidos Políticos". Es temporada electoral y, en este año, cuatro diferentes bandas se disputan esta plaza y simultáneamente otras tantas a lo largo y ancho del país.

Se opacó la felicidad y el festejo. Son abrumadores lo cientos de folletos con falsas ideologías. Es decepcionante volver a escuchar las promesas ficticias tan conocidas. Es aburrido el cinismo de los compromisos firmados que no habrán de cumplirse. Es ofensivo el despilfarro de dinero empleado en comprar la personalidad y el carisma; todo ello, con recursos económicos que habrán de irse a la basura. En fin, es un hartazgo el desayunar, comer y cenar la hipocresía y las mentiras que nos endilgan diariamente por todos los medios "por disposición oficial".

Siento que no tengo mas remedio que pasar este mal rato. Esta fue una emboscada para forzarnos a ver una acartonada obra de teatro mal llamada "Debate". Los mítines políticos en temporada electoral siempre serán las representaciones escénicas más sosas y más costosas de toda la historia.

Instalado en una mesa, dentro de un local de comida, ya más sereno, pido una orden de tacos y me acomodo para escuchar -máximo por media hora- lo que para mi  ya es una obviedad.

Los cuatro lobos con piel de oveja se preparan para su exposición:

Aquellos tipos de gafas oscuras con facha de colmilludos -La banda de los Tricolores- inician su participación exclamando: "Amado pueblo, ahora sí, seremos verdaderamente buenos! ¡Buenos de toda bondad! ¡Nuevamente lo juramos ante nuestra bandera! ¡Los moveremos al infinito y al mas allá!"- realmente lo están asegurando y no se sabe bien si es una amenaza o es mera información- "Y de los demás partidos, mejor ni hablamos; ¡todos están tan llenos de suciedad!" -agregan con desprecio, sin darse cuenta del cochambre tan arraigado que tienen en sus propios sacos y corbatas-

De menor experiencia, los "Mozalbetes Blanquiazules" responden: "Querido pueblo, nosotros nos hemos equivocado, la hemos "regado", pero ¡Todos merecemos una segunda y hasta una tercera oportunidad!" "¿A poco no?" "Denos su voto para que juntos volvamos a ser los super campeones!"-imploran- mientras, miran hacia abajo y se meten las manos en los bolsillos esperando un poco de compasión."

Contrastantes, bipolares y de rostro adusto, la "Banda de los Amarillos" toman la palabra: "Estimado pueblo, no te fijes en a quienes hoy tenemos enfrente, ¡fíjate en nosotros! Que aunque fuimos muy amigos de ellos, recientemente nos hemos distanciado; es decir, ¡Estuvimos juntos, pero ahorita ya no estamos tan revueltos!" "¡Ahora somos más fuertes que nunca!"-bajan del improvisado estrado con demasiada incertidumbre-

Como una imagen de "photoshop" tridimensional, (nada digna de un¨ like¨ ) están los "Juniors Verdes", quienes comienzan su turno de manera efusiva:"¡Que ooonda pueblo!" "¿Te estás divirtiendo?" "¿Ya te llegaron tus boletitos gratis para el cine?" "Porque...¿Sí tiene cine aquí, verdad?" " "¿Staff?...¿Checaron eso?" "Bueno... 'Whatever'...Nosotros si cumplimos..'Bye' (¿Aquí hay WI-FI? -le preguntan al vendedor de nieves-)

El resto del debate Político o representación dramática, fueron solo descalificaciones, agresiones y encono entre ellos. No hubo una sola propuesta brillante digna de mencionar. Nadie habló de lo cerca que estamos de tocar fondo. Nadie habló de los desaparecidos, nadie tocó el tema de los Jornaleros agraviados. Nadie mencionó -ni siquiera por dignidad para consigo mismos- sus problemas internos, tales como la corrupción, el desvío de recursos o el conflicto de interés. Todo tema se trató por "encimita", evitando siempre afrontar los problemas desde la raíz.

Aunque parezca contradictorio, votar sigue siendo algo fundamental para lograr un cambio. Lo ideal sería que todo ciudadano en edad de ejercer este derecho, lo hiciera siempre de manera responsable.

Un poco mareado por el intenso calor, pero más por la palabrería hueca y difusa de este show, llego a la simple conclusión de que: independientemente quien sea que gobierne, estas calles son y serán las mismas de siempre: Los mismos baches, los mismos lodazales, las mismas luminarias fundidas; la misma carencia de agua y la misma escasez de gendarmería.
Si estas calles se mantienen de pie, es gracias al esfuerzo de la gente humilde y trabajadora. Si estas calles se transforman en  festivas e iluminadas, es gracias a la genuina sonrisa de esa misma gente, que quizá fielmente en lo secreto sigue aguardando el retorno de un Emiliano Zapata o de un Francisco Villa.

Poco a poco se alejan los convoyes de los Partidos Políticos. solo quedaron sus pósters y panfletos con sus frases vacías. Inmediatamente se reanuda la música de banda y los cohetes vuelven a subir al cielo con mayor fuerza...van llegando los Chinelos y es entonces cuando esta fiesta se convierte repentinamente en un alegre carnaval.